- El Laberinto de la Abundancia -

En las calles serpenteantes del Laberinto de la Abundancia se encuentran numerosos puestos, de diferentes formas, tamaños y colores. Sus aromas son variados, tanto por la mercancía que se vende como por los animales que rondan el lugar o incluso aquellos criados para dar alimento a los habitantes de la isla. El Laberinto está dividido en varios niveles, en los cuales se ve una excelente organización en los puestos, colocados de manera que el cliente pueda echar un rápido vistazo a los productos que se ofrecen: verduras por aquí, frutas por allá, collares, un perro, cuanto pueda imaginarse. Pero cuidado, en estas calles también se esconden de la vista flores exóticas, muy caras, animales poco comunes y una gama de mercancía que no cualquier individuo puede adquirir.

Cuando el sol se oculta y los puestos cierran sus puertas, las luces se encienden a lo largo del Laberinto, una tras otra, hasta formar una especie de espiral que representa a la Vía Láctea, toda una obra de ingeniería de los habitantes de la Isla.