Soledad... [Libre]

por **Kharma** Jue Sep 30, 2010 4:12 pm

Kharma entro al lugar, sus ojos estaban hinchados, sus mejillas sonrojadas, la nariz igual que sus mejillas, había reservado una mesa, así que no sería tan difícil comer como de costumbre sola. Algo normal que desde su niñez había tenía que pasar, no era grato, pero no existía nadie en el mundo que la ayuda a salir de toda la miseria. Su hermano la había abandonado, el hombre que le gustaba le había dado la espalda, y todo decía que ella había matado a su padre, su madre había muerto… pura mierda, pura blanda, y hedionda, podrida como su alma cambiante.

“Cuando piensas que las cosas no pueden estar peor… te das cuenta que realmente pueden ser mucho peor”.

Un hombre de esmoquin la guío hasta una mesa cerca de un gran ventanal con una hermosa vista, bueno así era como ella la había pedido, se sentó mirando mientras escuchaba al hombre hablar sobre el menú, solamente deseaba estar tranquila sin nadie que le hablara, ni mucho menos una extraña voz en su cabeza palpitando, volteó con una leve sonrisa.

-Comenzare con el postre… deme una tarta de manzana, luego diré que más quiero… muchas gracias.

Dejó salir una dulce sonrisa de sus labios, así fue como él hombre simplemente asintió anotando lo que Kharma había pedido, se llevó una mano a los ojos aun no podía creer lo que su gemelo le había hecho, la dejo sola, secó unas cuantas lagrimas escurridizas, los ojos ya le ardían de tanto llorar.

“No seas tan dramática, el viejo se lo merecía, además el imbécil de tú hermano era un chupagilipollas”

La pobre muchacha parpadeó unas cuantas veces y miró hacia los lados, sonrojándose levemente más, había jurado escuchar su propia voz.

-Aquí no… - susurro.

por **Gaspard** Vie Oct 08, 2010 5:23 am

¿Es el hombre sólo un fallo de Dios,
o Dios sólo un fallo del hombre?

Los días en la isla Fénix pasaban monótonos y cansados, al menos éso pensaba Gaspard mientras se dirigía a la entrada del lugar con porte y viendo por encima del hombro. El aroma a comida golpeó su fina nariz, le medió sonrió al fobs que le atendía y le guíaba hacía la mesa que habían apartado para él. Los expedientes que llevaba en las manos sonaron al dejarles caer sobre aquél mantel blanco. El joven de mirada coqueta y cabello leoninido caminó hacia la barra de comida, se llevó el indice y pulgar derecho a su recia barbilla, adoptando una pose pensante. Era algo indeciso y la comida que ahí había no le hacía mucha gracia, suspiró y señaló unas cuantas cosas que le depositaron en la charola.

Odiaba las filas pero conocía a la mayoría de las personas controladores que trabajaban en la isla y siempre le daban preferencia. Tomó la bandeja con vegetales, pan integral y un buen corte de ternera tierna bien cocida en una mezcla de condimentos y especias. Gaspard se sentó en la mesa que le fue asignada anteriormente dejando la charola sobre ésta y buscó sus lentes para leer. Cuando estuvo listo, abrío el expediente "890023" y comenzó a leerlo mientras se llevaba una zanahoría con el tenedor a la boca.

La voz de una chica le sacó del análisis que hacía sobre su nuevo paciente. Alzó la mirada y observó detenidamente los rasgos físicos de la joven, parecía que acaba de llorar o algo por la inchazón de sus ojos. El joven de hoyuelos en las mejillas al sonreir, le observó fijamente mientras dejaba el tenedor sobre el plato y colocaba el brazo izquierdo sobre la mesa. Su mano se empuñó y su mentón se quedó descansando sobre ésta sin quitarle la mirada a la chica.

por **Kharma** Mar Oct 12, 2010 8:07 pm

~Cuando el corazón esta roto en mil pedazos, cuando vez que la vida ya no es como lo solía ser, pero… ¿si nunca fue lo que quisiste?, ¿qué pasa si esto es mejor que lo que tenias antes?, pues no lo comprendía del todo, puesto que muchas veces creí que mi mundo no era bueno, pero estar en este… e4ra demasiado perfecto, ¿cómo?~

“Ya, cállate, pensadora!, hablas mierda, ¿por qué no mejor disfrutas?, arena y sol, el mar azul”.

Kharma escucho la voz que tenia en su mente revoloteando, interrumpiendo como siempre sus análisis bipolares, la comida llego más rápido de lo que pensaba, trato de no hacer caso omiso del fuerte retumbar en sus oídos.

“Eres una amargada, lastima que necesite tú cuerpo”

-Cállate!, - gritó la joven de exasperación, - ni siquiera comer tranquila puedo, por tú culpa, - poco después se había dado cuenta de lo que estaba haciendo; hablaba sola. Un deliciosa carmesí recorrió sus mejillas, volteó a mirar de reojo, debes en cuando parpadeando, notando como un joven hombre le miraba, apretó la mandíbula, desviando la mirada, su respiración se volvió agitada.

-¿te das cuenta de lo qué haces…? – susurro en un hilo de voz, dejando caer el cabello a sus mejillas para tapar su rostro, para comenzar a comer en silencio.

“No es mi culpa, chillona”

La voz sorna de una mujer la sumergía en la tristeza muchas veces, no podía hacer nada más que escucharla, o ignorarla, pero costaba, apoyo el codo en la mesa mientras posaba su mano en la frente rascándola cansadamente, se sentía culpable de pasar por etas vergüenza, no entendía cómo podía costarle tanto… deseaba desaparecer, las cosas no era como quería, pero… por lo menos ya no tenía que aguantar a su padre y mellizo.

Volvió a mirar al joven hombre, este seguía atento a sus movimientos, trago saliva y desvió una vez más la mirada - ¿por qué...? - susurro.

"Porque eres un bicho raro"

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