La calma.. o no? (libre)

por **Alma Lightwood** Miér Oct 13, 2010 3:08 pm

Quiza nadar era una de las actividades que menos me gustaban, puesto que blanqueaban mi ya blanco pelo y me hacia sentir perdida. Bajo el agua todo era tan tranquilo, tan... muerto. No era mi lugar vacacional predilecto, no, pero en contraste la suave arena bajo mis pies, el sol dañino contra mi piel... quien sabe, tal vez alli incluso llegase a olvidar aquello, esa pequeña sombra en mi perfecta vida, tan corta pero fuerte....

me senté lentamente en la arena, vestida con un bikini de dos piezas de color azul marino, con mi pelo plateado secandose lentamente, y puse las gafas de sol sobre mis ojos. Que habia en esa isla que la hacia tan misteriosa?? no me importaba, por el momento solo queria disfrutar de mi bien merecido premio. Colorque unos altavoces en mis oidos y puse musica, cerrando los ojos, sin notar una presencia que se acercaba, quien sabe con que intenciones. Sonrei

Y me quite las gafas de sol con una mueca, siempre llevandolas, una molestia, incluso aunque el sol hiriese mis ojos azul pálido, eléctrico, y le sacase destellos rojizos que demostraban mi condicion de albina

por **Nikolai Von Müller** Miér Oct 13, 2010 8:28 pm

Un receso no le viene mal después de tanto tiempo, las mentes que rondan el lugar son recuerdos que se quedan guardados bajo llave, consciente de lo que pasa y despejándose un poco la cabeza, camina por las arenas de ese lugar, piensa, su cabeza es un manojo de ideas que con la brisa se van disipando. Nikolai se pasea por la orilla de la playa en sandalias, con unos pantalones de lino igual que su camisa. Trae unos lentes oscuros, nadie pensaría que es el alcalde solo en ese lugar. Se queda de pie mirando el océano con la brisa acariciándole, el sol está en lo más alto, rebota en su piel. Vuelve la mirada y observa a una mujer que es tan blanca como la arena que está debajo de sus piernas. Nikolai tiene un poco mala memoria con los habitantes, no puede recordar tantos nombres y expedientes, sus pasos lo llevan hasta donde está la mujer y su condición genética le da la clave de quien se trata, es nueva y sus rasgos albinos no comunes por aquí detonan ese recuerdo. El sonríe a medias. Con su sonrisa llena de carisma.
-Buenas tardes –dice con esa voz enigmática- No quise interrumpir su estancia… -diez y siete años de edad, albina y con problemas de identidad disociativa, piensa enseguida- Soy Nikolai Von Müller –comenta casualmente alargando su mano hacia la joven, que no parece una joven de diecisiete años- ¿Le gusta el sol señorita?- Sabe que el sol por estas épocas no es el mismo que hace años, piensa que es muy osado a tomar algo y se siente un poco confundido de no saber qué hacer, ansioso, pero nunca debe decaer ante ello y su maldito encanto sale a flote- Dejeme invitarle a un refresco para pasar el calor… -Obviamente lo dice con ese carisma que puede hacer confiar a cualquiera, su porte angelical es sutil, y el brillo del sol le hace parecer más confiable que antes -.

por **Alma Lightwood** Miér Oct 13, 2010 9:30 pm

Una voz segura interrumpió mi letargo, alzando la cabeza hasta qye mi largo pelo plata roxó la dorada arena, apretando las gafas con fuerza en la mano hasta que note que el material resistente se clavaba en mi mano, ladeando la cabeza y mirandolo fijamente con unos ojos que eran a ratos azules y rojizos, era obvio que el sol no me hacia ningun bien, sobre todo por el blanco casi cegador de mi piel.

- hola.... - susurre - yo soy Alma

me ergui un poco mas, encogiendo las piernas hasta acabar sentada sobre ellas, estremeciendome por un momento y poniendome las gafas, el agua goteaba de mi cuerpo al suelo, de mi pelo a mi cuerpo.

- no interrumpe - dije con una voz cristalina, pura, tamborileante - el sol es un poco fuerte a estas horas del dia

que conversacion mas banal y falsa. Quien seria ese chico, otro residente? no habia visto muchos, me puse la mano para que cubriese los rayos del sol que iban a mis ojos, apagando asi su brillo rojizo y delatando el azul profundo, casi imposiblemente claro, de mis ojos.

- claro ... - dije a su invitacion

me puse en pie, resoplando para apartar un mechon blanco que habia caido sobre mi cara

por **Nikolai Von Müller** Jue Oct 14, 2010 10:10 pm

La playa es pequeña y la única manera de llegar a ese lugar es nadando o en bote, los botes en la isla son escasos, y solo los controladores tienen acceso a ello. Las programaciones de las mentes suelen ser abstractas y a veces se pregunta Nikolai como es que lo hacen por medio de la tecnología. El solo observa los códigos genéticos y la mejora de las características físicas, pero nunca se entiende como puede funcionar la mente en esto. El bote está a unos metros uno pequeño de remos que se consigue fácil, no le gusta el de motor porque hace mucho ruido. Con los lentes oscuros puestos puede ocultar el color de sus ojos azul lupino que parece casi un cristal oceánico. Le sonríe a la mujer, una chica, aunque no parece tal y le ayuda a levantarse de donde está sentada de forma ágil y con suficiente fuerza que parece levantar una pluma. Es obvio que el sol es fuerte y que a ella le gusta el sol, piensa mientras mira un momento el océano.
-Por ahí –dice carismático mientras camina un poco sobre aquella arena, parece no tener prisa por nada, aunque su cabeza es un abismo en todos los pendientes que tiene que hacer- Tengo un bote por ahí. Podemos ir en el hasta la siguiente playa, ahí podemos beber algo… ¿Qué edad tienes? Si no es una indiscreción… claro…- porque de otra manera solo le invitaría a jugo de naranja, pero sino, podría invitarle cualquier cosa que ella quisiera. Aunque el sabe perfectamente su edad y es manera de medir si ella miente o no, pero sabe, que puede hacerlo y que puede decir que es una persona u otra, solo mete sus manos a los bolsillos del pantalón de lino que se ondea con la brisa del mar y a lo lejos se ve un pequeño bote de madera que se mueve con el oleaje.

por **Alma Lightwood** Vie Oct 15, 2010 12:02 pm

Me encogí de hombros, posando mis pasos sobre esa arena tan blanca y cristalina y siguiento al perfecto desconocido. Al ver el bote una pequeña bombillita se encendió en mi cabeza... no era facil encontrar botes en esta isla, y cogerlos aun menos. Asi que o ese tio tenia dinero para conseguir uno, lo mas provable, o lo habia robado de algun sitio, aunque no le veia como alguien que robase, l oque fuese.

- 18 mentí

a maryna no le importaba mentir, aunque a la otra no, era la mejor forma de que no te dejasen de lado en las cosas interesantes

por **Nikolai Von Müller** Lun Oct 18, 2010 3:57 am

La gente en este lugar es diferente. Sí, diferente a todo lo que hay en el exterior de la isla. No le sorprende que le mienta y el sonríe asintiendo, aceptando la mentira. No es buena con ello, pero a él no le importa, es el maestro de las mentiras. Le ayuda a subirse al bote y él se sube también mojándose el pantalón de lino, agarra los remos y rema debajo de ese sol insistente de la tarde. Después de un silencio y que la brisa agitara un poco su cabello le pregunta:
-¿Cuándo llegaste a la isla?...-sigue remando está cerca del embarcadero donde lo espera una camioneta y demás responsabilidades que debe de acudir- ¿Qué te gustaría beber? En la playa ancha hay un lugar donde podemos tomar algo… -Se detiene en el embarcadero y deja el bote, es obvio que lo reconoce el hombre que trabaja ahí un Fobs y ayuda a la muchacha a subirse al muelle esperando que ella se adelante. En el muelle, unos hombres con trajes se acercan hablar con el y se queda quieto observa una placa de metal y se la devuelve a uno de ellos, les dice algunas cosas sin que lo escuche su acompañante y después de unos minutos le alcanza-.

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